Cuando el dulce es bueno, todos sucumben a sus encantos… Por eso nos alegra
que no haya osos sueltos en el Vedado, porque a juzgar por lo que pasó en una
dulcería de Colorado, Estados Unidos, la Pastelería Almendrares sería un blanco
seguro…
Ocurrió así. La semana pasada el dueño de la repostería Colorado Cherry
Company llegó a su negocio y lo encontró hecho un desastre, vidriera rota, cocina
deshecha y restos de pasteles por doquier. Algo le llamó la atención: el ladrón
se había comido todos los pasteles, menos el ruibarbo de fresa.
Cuando revisaron los alrededores, descubrieron huellas de oso por los
alrededores de una ventana hecha trizas. Según un balance, el plantígrado se
comió "alrededor de dos docenas de pasteles, bolsas de cocoa y una jaba de
azúcar" La hija del dueño precisó que el oso devoró los pasteles de manzana
y cerezas, pero dejó atrás el ruibarbo de fresa, o sea, fue incluso quisquilloso.
Amén del destrozo, a la Colorado Cherry Company le quedó el consuelo de que
mucha gente quiso conocer la pastelería donde comió el oso. ¿Será gourmet el
oso, sibarita quizás? No parece probable, pero lo dicho, el buen pastel les
gusta a todos… La creciente clientela de Pastelería Almendrares es la prueba…